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Cómo una situación normal pasa a la historia

Cuando la mano del bebé apenas siente que tiene control sobre la cuchara de plástico, aprieta. Lo hace con fuerza. Con propiedad. Es una mano gordita. Redondita. Disfruta el momento del cereal como nadie en el mundo. Y eso siempre pasa cada vez que algo llega a su mano.

Su mamá alarga una común y corriente eme de manera muy vacuna. Cuando ve a su bebé cogiendo la cuchara y tratando de "pescar" el cereal. Esa emmmmme larga va seguida de emotividad. La cabeza se inclina y todo. Por ternura principalmente. Y por ver el reguero de leche por todas partes.

El bebé entonces descubre la emoción de su mamá. Arruga la nariz y le muestra sus dos únicos y afilados dientes. La mamá no se aguanta la emoción y se acerca para plantarle beso apretado en el cachete.

Esa mano gordita que ya conocemos, suelta la cuchara repentinamente. Eso pasa cuando su mamá se acerca a darle un abrazo con beso. A su alcance ahora hay un pelo brillante, sedoso, terso, con aroma a melocotón y patilla. Ahora también con sabor a cereal. Este bebé recibe el pelo entre sus deditos como algo caído del cielo, como hilos de seda entre sus manos.

Esos deditos regordetes, que hacía un minuto apretaban una cuchara plástica untada de leche, parecen estar en la gloria. Sienten entonces que algo especial está al alcance de sus manitas. Algo rico de apretar y halar. La mamá que hasta ese momento estaba sumergida en el cachete de su bebé, emocionada, siente una inclinación de la cabeza inesperada y queda mirando hacia el techo. Si no hay techo, lo que haya arriba. La mamá arruga la nariz y emite otro sonido. Esta vez, ya no tan doméstico: algo más parecido al aullido de un lobo.

El sonido, como se sabe, viaja por el universo de una manera muy rápida. Imagínese viajando en un apartamento de 150 metros cuadrados. Es más rápido que una gallina perseguida por un perro. Y ese sonido, no demora  en llegar como miel, a los oídos de una niña de 6 años, y abrazada a su Winnie de Pu, sale en plan de caza.

Y allá está. Su mamá atrapada en las manos de su hermanito.

Es un momento de infinita complicación. No sé por qué la mayoría de las niñas de esta edad, salen corriendo dando brinquitos "de dos en dos". Brincos normales en estado de emoción, excitación. Regocijo. El placer se despliega en su cara cuando ve cómo un bebé tiene control de una situación en cuestión de segundos.

La primera reacción de la niña es taparse la boca mientras emite una risa burlona absolutamente espontánea y natural. Después viene otra reacción, que es cuando oye un "ayúdame por favor que el bebé me va a dejar sin pelo".

La niña de seis, con sus manos untadas de risa, da dos brincos y se acerca a su mamá quien todavía mira hacia arriba. La niña trata de quitar las manos del bebé del pelo de su mamá. Tarea complicada porque los puños del bebé están cerrados y sellados. Entre aullidos, narices arrugadas y risas burlonas, un ataque de cosquillas al bebé parece ser la mejor salida. Y el encargado de hacerlo es el papá, quien aparece en la escena. Ahora los sonidos son de alegría.

 

Esta es una escena de unos cinco minutos en total. Donde persigo con mi lente cada una de estas reacciones naturales en un momento de familia normal, cotidiano, espontáneo. 

Cuando hago fotos de familias, me gusta estar desde temprano con ellos y compartir todos los momentos de un día común y corriente. Siendo un observador y congelando momentos que pasan a la historia.

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10 pasos para hacer buenos retratos de pareja

Una de las cosas que más disfruto en fotografía es hacer fotos de parejas. Sobre todo si son parejas divertidas y me siguen la corriente. Estos son los pasos que recomiendo para una sesión de 10 fotos exitosas de pareja sin moverse más de cinco pasos.
¿Qué tal? Tome nota y practique.


1. Consiga una pareja.

2. Busque el fondo. Preferiblemente un fondo plano (de un solo color) o un fondo que tenga textura o busque fondos con objetos repetitivos, por ejemplo pared de ladrillos. Cuando lo tenga, invite a la pareja.

3. Ponga su cámara en Prioridad Apertura o en Automático. Use un lente que arranque mínimo en 18mm para tener espacio de edición. Haga click y revise el encuadre. Luego, ponga la cámara a la altura de su ombligo y dígale algo divertido a la pareja. Haga clicks de las reacciones.  

4.  Después de varios disparos, revise sus imágenes. Ahora cambie de posición a la pareja. Dígales que se paren contra una pared. Mucho mejor si es blanca.

5. Indíqueles que con cada click que oigan, van a cambiar de expresión. Y arranque el conteo... click, cambien. click, cambien. "Esa ya la hicieron". Click. "Abra los ojos". Click. "Más playboy". Click. "Más PatPrimo". Eso. "Ahora súbete el cierre". Etc. 


6. Revise el material. Cambie de ubicación. Ahora busque un marco de puerta o de ventana o un cuadro grande. Enmárquelos. Es decir, dígales que se metan debajo del marco de la puerta o que queden dentro del marco que haya atrás. Eso.

7. Hábleles. Dígales: "pongan mucha atención a lo que les voy a decir..." Entonces ellos lo mirarán con atención. Eso es regla de oro: están ahí para hacer lo que usted les diga. Haga click a la cara de ellos poniendo atención. Luego varíe las miradas entre ellos, diciéndoles, "mírense con todo el amor del mundo". "Dense un beso". "No estire el pico como el Pato Donald". "Miran acá, miren allá, miren lo más chistoso del techo". Etc.   

8. "Ignórenme". Esta es una de mis palabras claves en casi todas las sesiones. A veces no tengo necesidad de decirla porque naturalmente hay gente que me ignora. Eso me gusta porque queda más natural la foto. Entonces les digo: "vean el porvenir, el horizonte, piensen en una empresa de pensiones y cesantías y fijen la mirada, allá, en el futuro". Risas. Asombro. "¿Qué dijo? - Que mires hacia allá". Click. Click.

9. Busque otros lugares alrededor. No se mueva mucho. Piense en perspectiva y en composición. Es muy sencillo. Un corredor funciona. Otro marco de puerta funciona. Cambie el tema de conversación. Cambie el ángulo. Busque un sitio con buena luz. "¿Cómo fue el primer beso?", reacción. Click.

10. Siente a la pareja. Recree una escena en una estación de metro. Repito, use su cámara en automático para despreocuparse de exposición, ajustes, balance del blanco, etc. Dedíquese a la pareja, a sacarles expresiones. Diga cosas sin sentido: "Carrocho caballota, espaldarín, perro que ladra no muerde y muerde duro", "What TF?" Genere expresiones.. Es divertido. Seguramente pasará por loco, pero las fotos serán un éxito.

Revise el material. Edítelo y publíquelo.

Acá toda la sesión de Juliana y Phil. Una pareja encantadora. Se casaron en Londres y llegaron a Colombia a celebrar su amor con familia y amigos. Y en las fotos quedaron tal y como son. Los invito a ver los diez pasos sin movernos tanto.

 

 

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