Cuando hay magia en una sesión de fotos, todo es más chévere. Cuando Fabio vio las fotos me mandó un mensaje diciendo "ud hizo magia, me veo hasta interesante". Y aunque no me considero mago, si creo que una de las cosas más importantes en una sesión de fotos es hablar con el personaje, entablar una relación sana y que sea exitosa al menos los minutos que dure. Hablar, hacer preguntas, interactuar. Todo eso, en mi caso, garantiza que las fotos muestren de alguna manera, la esencia de quien se está al frente de mi lente. Ahí es donde aparece esa magia. Es ahí donde le encuentro todo el placer a los retratos editoriales.
Así lo veo. Hacerle foto a los artistas es una oportunidad de mostrar versatilidad de lado a lado de una cámara de fotografía. Eso me pasó con Fabio Rubiano y los retratos que hice para la revista Diners. Esa delicia absoluta de tener al frente de mi lente a un talentoso y versátil artista.
El escenario fue el Teatro Nacional La Castellana en Bogotá. Sobre las mismas tablas donde Fabio montó a Venus en Piel, una obra muy bien actuada y por supuesto, muy bien dirigida. Aprovecho para recomendarla y espero que vayan a verla.
Para quienes se interesan por la parte técnica de las fotos, les cuento que usé dos speedlights, en algunos casos, uno sólo. Y una sombrilla como modificador de luz para los retratos de planos cerrados.
Acá algunas de las fotos que le tomé a Fabio.