fernando montaño

Proyecto Personal: Fernando Montaño

Fernando Montaño es bailarín de ballet. Es colombiano. Es Negro. De Buenaventura, costa del Pacífico. Es un ejemplo de superación, disciplina y todas esas cosas buenas con las que contó desde niño para alcanzar sueños que ni siquiera había soñado. 

Tuve la fortuna de conocerlo en Londres. Me contrató para hacerle unas fotos de portafolio personal. Luego me invitó a hacerle fotos mientras lo maquillaban para su primer papel protagónico, el bufón de Cenicienta. Fue muy especial e histórico ese momento, para Fernando y para mí, por supuesto. 

Hoy tengo el agrado de compartir con ustedes las fotos que le hice a Fernando en su reciente visita a Bogotá, al Teatro Colón donde con sus más queridos amigos y colegas de ballet fueron el show principal de la reapertura del teatro más importante de Colombia.

 

Fernando Montaño, el bufón de la cenicienta


Este artículo fue escrito en Londres para la prensa de Colombia el 29 de abril de 2010. Ningún medio lo publicó.

 

Nuevamente el bailarín colombiano, Fernando Montaño hace historia en el mundo del ballet. Esta vez, al recibir el papel de Bufón en La Cenicienta (Cinderella) en el Royal Ballet de Londres. Es la primera vez que un colombiano recibe un papel protagónico y es algo que nos hace sentir profundamente orgullosos.

 

“El personaje que hago me gusta mucho porque es muy divertido, como lo son también las feas y envidiosas hermanastras que nos hacen reír”, comenta Fernando mientras lo maquillan antes de su debut. “Mi personaje es técnicamente difícil, pero  es una buena oportunidad para mostrar todo mi talento; me gusta porque es un papel importante en Cenicienta”, comenta el bailarín.

 

En su papel de Bufón, debe estar pendiente de todo lo que sucede alrededor del príncipe, su mejor amigo. “Tengo que estar haciendo reír a todo el mundo”, dice sonriente Montaño.

 

Poco a poco la piel morena de Fernando Montaño se va empalideciendo y la cara se va transformando en un verdadero bufón. Mientras aprieta los labios con el maquillaje, nos comenta sobre su estudio del personaje que interpreta. “Busqué inspiración en Charles Chaplin para ver sus movimientos corporales y he escuchado mucho la canción Smile que me gusta porque habla sobre los artistas que tienen que reírse cuando de verdad se están muriendo por dentro”.

 

Y continúa la metamorfosis de Montaño en uno de los camerinos donde también lo han hecho los grandes de la ópera mundial. Hay fotos autografiadas por varios personajes como Plácido Domingo. Pero nada interrumpe la concentración del bailarín repasando sus movimientos. “Muchas veces estás cansado, no quieres reírte, pero tu papel te lo exige y hay que hacerlo; es un reto”, menciona mientras le pintan las líneas de las cejas.

 

Fernando no puede ocultar su emoción. “Soy el único colombiano en la historia que ha logrado ser parte de la compañía (del Royal Ballet de Londres). Y es la primera vez que usan a un bailarín tan alto para representar el personaje de bufón”.

 

¿En qué cambia su vida artística después de este papel? “Ahora tengo más aspiraciones de lograr otros papeles… (se le iluminan los ojos) quiero hacer el papel de príncipe”.

 

Ya su familia sigue sus pasos con mucha fe en el éxito de Fernando. “En Colombia mi familia está feliz; han estado rezando para que todo salga bien”.

 

Cenicienta

Estará en la Casa de la Ópera desde el 10 de abril hasta el 5 de junio de 2010. Es conducida por Pavel Sorokin y Barry Wordsworth, con la música de Sergey Prokofiev y bajo la coreografía, en tres actos, de Frederick Ashton. La producción es de Wendy Ellis.

 

El ballet de la Cenicienta tiene una duración de 2 horas y 45 minutos y se presentó por primera vez en escena en 1948.

 

Es uno los más famosos cuentos de hadas y en esta oportunidad, el inglés Frederick Ashton presenta la versión completa en tres actos en The Royal Ballet donde le da su “toque artístico”.

 

La historia de Cecinienta que casi todos conocemos es la de la hermosa y humilde jovencita que es invitada por el príncipe a un baile. Detrás de ella está la sombra enorme de sus dos hermanastras feas y malvadas que la tratan con desprecio y envidian su belleza. Todo puede pasar en este cuento de hadas, desde las calabazas se convierten en carrozas, los trapos en suntuosos vestidos redondos y tiene un final feliz.

 

“Disfrutar es lo más importante”, puntualiza Fernando Montaño.