El man invisible

Hace unos días en un anticuario me encontré con una estudiante de diseño tomando fotos. Yo veo a alguien tomando fotos y me siento atraído como un imán. Allá caí. Me contó que estaba haciendo un trabajo para la universidad. 

Al dueño de la tienda le pregunté si tenía un trípode. Me dijo que sí. Ahí a la mano, también estaba el carpintero. Le dije que si le podía hacer tres fotos. Le aclaré que no se le iba a ver la cara. Le dije, que incluso, se vería poco de él. Eso lo tranquilizó y aceptó posar. ¿Cómo es eso? Me preguntó. Siéntese allá. Párese allá y después párese allá en el fondo. Literalmente tres clicks y listos.

Con ustedes, el man invisible.

 

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