Sobre la actitud

Es clave. Y es super comercial. Casi que podría confirmarles que gracias a la actitud, firmo muchos de los contratos con los clientes. Porque me vieron trabajando con buena actitud.

"No he visto sus fotos, pero me encanta como trabaja", me han dicho. "Es que hago lo que me gusta", les respondo. "Tiene tarjeta?", preguntan.

Son mínimo ocho horas dándole. Tomando fotos a los detalles, a la gente. Vestido, zapatos, ramo, joyas. A todo el ambiente que rodea a la novia mientras se arregla. Me gusta mucho rondar de un lado para otro buscando situaciones espontáneas. Ángulos. Reflejos. Encuadres. Objetos de la novia como el celular, los pies, la bata! Pienso en el futuro de la novia. Pienso en sus nietos y bisnietos queriendo ver las fotos y encontrándose con una cantidad de información gráfica espectacular.

En esto pienso durante todo el matrimonio: Esto es una herencia familiar. Eso me hace moverme, agacharme, acostarme en el piso. Encaramarme. Escurrirme como pez en el agua. "Este man qué está haciendo?", susurran.

Sonriente. Todo el tiempo sonriente. Eso es vital. Se te acercan a pedirte una foto. "La foto, la quieren normal o espectacular", les pregunto. Se ríen. Y me siguen para buscar el mejor lugar para la foto. Eso lo agradecen.

"Señor, señor", alguien grita. La mitad de los señores del matrimonio se voltean. Yo ignoro. "Se llama Pablo", alguien susurra. "Pablo! Nos tomas una foto?". Que dicha!  Allá voy.

Los niños me dicen Pablo. La abuelita me dice Pablo. Los primos. Los amigos. El coordinador del evento me dice "Pedro". Incluso hay quienes insisten en llamarme Pablo Delgado. Eso siempre se los agradeceré. "Pero soy Salgado, Pablo Salgado", se los aclaro después de la flor.

Soy amigo del portero, del conductor, del mesero, del chef, del Dj... Todos se convierten en tus aliados. Al final las despedidas no bajan del abrazo. Hay que agradecer. Eso es buena actitud. Eso se ve bien. Además los aliados te ayudan. Se convierten en tus facilitadores.

"Siempre pregunta cómo se llama la gente y diles por su nombre", le digo a mi hija Mariana.

Carlos, el que me hizo el favor de darme un vaso con agua. José, el que me ayudó a correr los centros de mesa para las fotos. La querida Pilar, que me avisó cuando la novia llegó. John Jairo, Alirio, Nancy... Todos son ya mis amigos.

Si te los topas de nuevo, vienen a saludarte. Vienen a ayudarte.

La actitud es tu mejor herramienta de trabajo. Te sientes bien. Caes bien. Te ves como un buen trabajador. Las cosas te salen bien. Hasta las fotos salen bonitas. Con la actitud, ya no importa qué cámara tienes. Tampoco si usaste el ISO alto o si el flash no te disparó en una foto. Con la actitud te aprietan la mano cuando te despides. Te agradecen las fotos tomadas. Te abrazan. Te piden tus datos. Te buscan.

Las ocho o diez horas se pasan volando cuando disfrutas lo que haces. Quedas rendido.
Pero satisfecho.

Con buena actitud, te siguen...