La confesión de los recién casados

Les confieso que los confieso. Así es. Los agarro a pregunta directa. Esto sucede después de la ceremonia. Los devuelvo a la iglesia. Los siento en la primera banca y les disparo preguntas. Ellos tienen una ventaja: no están obligados a responder. Tienen una desventaja: uno de los dos da más información que el otro.

Más que averiguar cosas íntimas, lo que realmente busco son las reacciones de los novios ante preguntas... poco comunes... preguntas con un poquito de picante... Como solamente quedan en fotos, no importa el color de las preguntas y tampoco importa si las responden o no... 

Pero cuando uno de los dos responde, puede haber subida de ojos, echadas de culpa y codazos. Situaciones todas que terminan en camaradería. Cualquier cosa puede pasar. Pero todas divertidas. Por si la duda. 

Me divierto tomando foto a las caritas esperando la pregunta. A las caras pensando la respuesta. Y a las reacciones cuando uno de los dos responde. Y así. Mucho click en esta sesión que he bautizado El Confesionario.

Es el momento de las preguntas con respuestas que no quedan en el disco duro. Es una sesión de expresiones totalmente espontáneas y naturales. De eso se trata.

Estas son algunas de las reacciones que más me han gustado.

la confesión de los novios

la confesión de los novios

la confesión de los novios

la confesión de los noviosla confesión de los novios



la confesión de los novios

la confesión de los novios

la confesión de los novios

la confesión de los novios

la confesión de los novios

la confesión de los novios


la confesión de los novios