Nueva receta para fotos

Hace poco en un seminario que hice online, vi unos módulos de cartón gigantes que usaban como escenografía para hacer fotos. Me gustaron.

Sé que todavía no he encontrado el material indicado, pero me estoy acercando.

"Esas de allá cómo se llaman?", señalé con curiosidad. "Son láminas de cartón y se las dejo a 10 mil pesos cada una", me dijo el vendedor. "Deme cuatro por favor", dije. "Dónde está el camión", me preguntó. "No tengo", respondí. "Deme 10 mil pesos más y se los llevo", me dijo. "Hágale", animado terminé el trato.

Por un lado color cartón. Por el otro, blanco. Perfecto. El lado blanco será reflector y el opuesto lo pintaré de negro. Antes de pintar las láminas, las uniré con cinta. Por un lado cinta blanca y por el otro, negra. Perfecto.

Una vez unidas las láminas las pinté de negro por la cara de cartón. De esta manera, quedaron dos posibilidades de color.

El lado blanco, como bien se podrán imaginar, es para tener el reflejo de luz sobre el paciente al que le tomará la foto. El lado negro, como también se podrá imaginar es para que la luz no rebote, sino que se "absorba". Ayuda a que las imágenes tengan mayor contraste. 

Este ejercicio es para aprovechar la luz natural y el juego de contrastes usando estos nuevos módulos de cartón. 

 

Entonces la receta para fotos de día, preferiblemente antes de las 11 de la mañana:

- Acérquese a una ventana que tenga bastante luz. Esta será su fuente principal de luz.

- Ubique, sin tapar la luz de la ventana, sus "eles/parales/láminas" como creando un cajón enorme.

- Ensaye sus parales escenográficos con el blanco y luego con el negro. Y combínelos.

- Escoja un lente y practique. Yo usé el Nikon 85mm f1.8.

- Receta en la cámara: balance del blanco automático, RAW, Velocidad 1//250, apertura f2.8, ISO 640.

Listos! 

Acá están mis ejercicios con mi hija Mariana después de su clase de ballet.