El chef que me posó en Baker Street

Estábamos a punto de ponernos guantes, bufanda y un gorro de lana gruesa para cubrir cabeza y orejas, cuando oímos en las noticias locales: "este es el invierno más fuerte de los últimos 40 años en Londres".

Era tremendo. El día empezaba a acabarse a las 2 de la tarde. Me acuerdo que me impactó ver las calles del barrio iluminadas a las 2.16 de la tarde. Eso quería decir que tipo 8pm, ya estábamos a media noche. Pero no, a esa hora todavía había cosas para hacer y muchas para pensar.

En una de esas tarde-noches heladas londinenses, en plena reflexión profunda, se me ocurrió hacer una revista impresa. Pensé que sería un buen lugar para combinar escritura con fotografía. Y me puse en la tarea. "Voy a hacer una revista", le dije a mis amigos. Al final, resultó ser un experimento de catorce números. Hasta cuando decidí ponerla en pausa mientras venía a Colombia. "Vamos por seis meses. Veremos qué pasa allá después de once años. Luego volvemos". ¿Volvemos? No señor. Acá seguimos. Y ya han pasado casi 48 meses.

El cuento iba en que una mañana de ese invierno estaba yo en una oficina de giros internacionales, cuando oí la voz de un colombiano que llamó mi atención. Hablaba fuerte y contaba anécdotas que hacían reír a otros personajes que estaban con él. Me acerqué y me presenté. El hombre me saludó con amabilidad. Tenía un gorro azul y un delantal de rayas. "Soy chef", me dijo. Le hice un par de preguntas y otras veinte más. Resultó ser todo un personaje. Le pregunté si le podía tomar una foto. "Claro, hágale", me dijo. "Es en la calle. En la mitad de la calle", le aclaré. "Uy cómo es eso, barájemela más despacio", me dijo mientras asomaba la cabeza por la puerta que daba hacia Baker Street. 

Ese día tuve suerte. Tenía a la mano mi cámara Nikon D300! Y me salí a la calle con Germán Mancera. Le dije, párese allá y camine hacia mí. "Uy pero espere porque se nos viene la policía", me dijo con la voz temblorosa. Por el frío. "Párese allá. Eso. Ahora camine hacia mi. Excelente". 

En la foto, se pueden ver claramente los carros detrás de este personaje. Venían muy despacio, arrancando de un semáforo. Conductores y pasajeros veían con cierta curiosidad el simpático episodio de un Chef caminando por la mitad de Baker Street.

Este chef que le dio dos vueltas al mundo, me dio un abrazo enorme. Me agradeció la foto y el interés en publicar su perfil en mi revista. 

Unas semanas después fui a Canteen, el restaurante donde trabajaba Germán. "Él ya no trabaja acá", me dijeron, ignorando además su paradero. Nunca más supe de este bogotano, hasta hoy, que empecé a desempolvar algunas historias que quiero compartir en este blog.

Los dejo con la foto de este simpático colombiano y su perfil.

 

el chef que paró el tránsito en Londres