Ya había empezado por allá en 1994 haciéndole fotos a mi familia. Cuando tenía abuelitos. Esa práctica con la familia, me sirvió para tomar la decisión de hacer retratos. Entonces desde que me dedico a la fotografía, y tengo el chance de hacerlo, le hago fotos a mi familia. Lo he dicho siempre: es parte de mi herencia. Y lo disfruto mucho.
Esos días en familia cuando están en tu memoria, no se acaban nunca. Y las fotos ayudan.
En esta ocasión estoy feliz de presentarles a Luana, mi nueva sobrina, así como a otros miembros de la familia que se me toparon en el camino ese día de celebración.