No es fácil pararse en frente de una cantidad de personas que no conoces. De hecho, casi siempre, son personas que ves por primera vez. Que entre ellos se conocen, se toman del pelo, se hacen bromas, se burlan, se ríen. Incluso, algo comentan de tí que no alcanzaste a oir. No importa. Tú estás ahí para tomar una foto. Y ellos, en plena camaradería se paran al frente tuyo con alguna expectativa. Esperando una instrucción. Un: "Cómo me paro? Qué hago con las manos? Esta foto va para National Geographic o Soho?", dicen. "Depende de cuánta ropa quieras dejarte puesta", respondo.
Y ahí estás tú. Firme. Fotógrafo. Con una sonrisa de oreja a oreja. Al frente de ellos, con una cámara que te da cierta autoridad. Tienes el control por cuestión de segundos. No lo desaproveches. En realidad no alcanzas a ser una verdadera autoridad. Un líder. Un entretenedor. No alcanza el tiempo sino para organizar a la gente, decirles un par de cosas, darles una indicación y click.
Como son grupos, lo más recomendado es hacer varios disparos. Pero hazlo rápidamente. Si te demoras mucho, empiezan a quitarte el control de la situación. Hay varios de ellos que empiezan a hablar. Y cuando hablan no quedan bien. Quedan como mascando chicle o con la cara un poco deformada por el movimiento de la boca. Entonces tienes que estar atento y llamar la atención. Por cuestión de segundos eres su guía, su maestro, su jefe. Generalmente levanto una mano con el índice estirado. Luego hago la V con dos dedos y finalmente hago el símbolo de "Perfecto", que son tres dedos levantados y dos haciendo el círculo. A veces, también pico el ojo. Cada uno tiene su propia maña. Úse sus armas efectivas. Serán segundos. Después no serás nadie. Como que te esfumas sin irte.
Pero mientras estés ahí. Haz varios disparos. Revisa rápidamente tu foto. Tu iluminación. Recuerda estar en Apertura 4 o más. Y recuerda que es en ese momento cuando tienes que ser capaz de decir cosas que generen alguna reacción que te sirva para una foto o dos fotos adicionales de grupo. Y si quieres que sean fotos fuera de lo común, aplica algunas técnicas que me han funcionado. Decir: "Salieron muy bien, salieron como para portada de revista", la gente se siente bien, cómoda y empiezan a romper el orden que tenían para la foto hasta que yo les digo: "ahora hagamos una con los ojos abiertos". Funciona. Siempre funciona. Los que entendieron se ríen. Los que no me oyeron, preguntan: "qué dijo?" Algunos se vuelven a reir. Y en todas esas reacciones naturales que se provocaron por una simple frase, tomo varias fotos. Ese en realidad es un comentario que uso siempre. Porque siempre funciona.
Recientemente, uso otro. Tomo la foto y les digo, "gracias por su tiempo. Ya se pueden reír". Foto.
Las fotos de grupo. Pueden ser tipo coctel, tradicionales, vaso en mano, todos mirando a la cámara. Todos se sienten como en sección de sociales de revista. Eso es normal, eso es lo que uno siempre ve en las revistas, es lo que uno sabe hacer como invitado.
Hacer esas fotos de manera diferente es un reto si decides aceptarlo. Y recomiendo aceptarlo por el bien de tus fotos. Por el bien de la experiencia de quienes están al frente tuyo. Así te desaparezcas segundos después. La mayoría de las veces, los invitados sólo esperan que el man que está al frente les tome una foto y ya. Y es así casi siempre.
Cuando estás al frente de un grupo en un evento, no es más que eso. Un grupo de invitados. Y estás a punto de tomar una foto de un evento social. ¿Pero cómo intentar ser diferente?
Si tienes tiempo, cuadra a la gente de manera diferente. Respetuosamente rompe reglas. Arriésgate a hacer portadas de discos. Olvídate por segundos de los esquemas tradicionales. Acerca un par de sillas. Sienta a dos personajes. Si hay mucha gente, pídeles dividir los grupos en grupos más pequeños. Y en todo este proceso, no dejes de sonreír. Demuestra que haces lo que más te gusta. Déjales claro que amas lo que haces. Si te ven cara de drama, harán cara de drama o creerán que estás ahí sin querer estar. Piensa que son clientes potenciales todos los que se paran al frente tuyo. Y sí que lo son. Sea lo que sea, trata de que se te note que te diviertes tomando fotos.
A mi me gusta aceptar el reto de hacer las fotos que a nadie le gusta tomar. Me parece que no le ven la oportunidad. Es la típica foto de evento social. Eso es lo que es. ¿Pero si le apostamos a hacer una diferencia? Sí que lo podemos hacer. Sí que puedes hacer una diferencia tomando fotos de grupos y dejar atrás que sean las típicas.
Entonces, después de cuadrar al grupo y decirles cómo se van a ver mejor, alguien pensará o susurrará: "este man sabe lo que está haciendo". Y tu imagen crecerá en cuestión de segundos. Estás trabajando para que la gente se vea mejor! Me ha pasado! Después te darás cuenta de que despiertas al menos una duda de "quién es este man, de dónde salió, por qué no lo conocimos antes?" Y terminas agradeciéndole a todos por haberse parado al frente tuyo para una foto. Y ellos a tí por esos segundos de sentirse como celebridad.
Las fotos de grupos casi siempre se toman antes de que los invitados visiten el bar. Por lo general, alguien que organice bien el evento, ayuda a que se hagan en el momento indicado y siguiendo un orden ágil para que a nadie le de pereza ir a hacerse una foto de grupo.
"Les recuerdo que esta foto no es para mí, es para los novios". Esa frase es un poco ruda. Y sí que la he tenido que decir, sobre todo cuando hay invitados que creen que la foto es para el fotógrafo y que los están obligando a hacerla. "Yo no salgo bien en ninguna foto, yo no vine a este evento a que me tomaran fotos", piensan, dicen, etc. Y a veces los entiendo. Por eso les aclaro que la foto no es para mí. Pero eso sólo lo digo cuando los veo refunfuñando y lo hago con una sonrisa.
Al final, seguirás siendo un personaje ajeno a los invitados, un man que de alguna manera, representa todavía a un personaje no muy querido en el gremio de proveedores de eventos sociales. Y como tal, tendrás que enfrentarte a personajes con actitudes aburridoras, hostiles, cero cordiales. Y nosotros, a pesar de todo, y con mucha caballerosidad, seguiremos manteniendo nuestra buena onda, nuestra sonrisa y buena actitud. "No les quito mucho tiempo, sólo vamos a dejarle a los novios un recuerdo de la gente que más los quiere". Agachan la cabeza, se cuadran para la foto y salen con la cara que quieren ser recordados.
Un día, tuve la genialidad de decirle a las parejas que iban llegando al evento: "abrácense todo lo que se quieran". Algunos, casi todos, lo tomaron como una oportunidad para darse un fuerte abrazo y besarse o apretar cachete contra cachete. Y como vi tal reacción en la mayoría de las parejas se lo dije a todos los que fueron desfilando al frente de mi lente. Hasta que llegó un señor y me respondió: "por qué no toma la foto y ya". Le pedí disculpas por mi imprudencia y por haberlo incomodado. Después del incómodo episodio, le tomé la foto y le dije: bienvenido a la India. El evento tenía como tema central, la India. Me quedé con la espinita en mi corazón. Pensé en mis hijas. En lo lejos que estaba de ellas esa noche. Pero también pensé que el problema no se quedó conmigo. Se fue para la India. Y esos episodios son posibles. Sólo hay que saber sortearlos. Entender que la gente no siempre está de buenas pulgas. Después en la edición de las fotos, nos volvimos a ver el señor y yo. Lo vi serio. Triste. Y pasé rápidamente a otra foto.
Por eso agradezco y aplaudo mucho la amabilidad de algunos invitados. De esos que les parece rico que les hagan fotos o que no les gusta, pero que lo toman jocosamente. Y me gusta mucho cuando algunos invitados se acercan a mi y me hacen preguntas de fotografía. "Cómo hace? Qué es eso? Por qué es tan grande esa cámara? O los que llegan con una cámara y me preguntan: Por qué me salen movidas las fotos? Qué es ISO? WB? "Que pena que pregunte tantas cosas". En realidad, lo agradezco, lo disfruto. Y todo bien.
El mensaje al final es que saquen provecho de las fotos obligatorias. Tomen la foto obligatoria con la seriedad y el respeto que se necesita. Pero si hay tiempo, pídales que cambien de posición a la una a las dos y a las tres. O dígales que no se paren en la misma línea. O que griten a la cuenta de tres. No sé. Cualquier cosa. Como dijo alguien un día: diga cualquier cosa por tonta que parezca. Seguro que va a generar una reacción, una cara, una mueca, una sonrisa. Cualquier cosa. Cualquier reacción será en beneficio de tu foto.