"pablo salgado"

Escribir sin pensarla tanto. Click.

¿Sobre qué? No sé. Pero algo se me ocurrirá. ¿O saco la cámara?

A veces me devuelvo al colegio. Echo la película 20 años para atrás y me encuentro de frente con unas gafas enormes y detrás de ellas el profesor Pompilio Iriarte con su voz suave como de persona tímida: "Escriba más, Salgado". Si profesor, voy a escribir más. Esa voz aparece y desaparece como parpadeos constantes. A veces con tono no tan tímido. Entonces como que me animo a escribir pero a veces es más fácil encontrar una cámara fotográfica que un lapicero o un papel. La cámara siempre está con batería y memoria.

Se marcha Pompilio en disolvencia. Y después sus gafas. Y llega la imagen de los amigos del recreo corto. Estamos echados en La Raqueta del Moderno hablando de cosas muy serias, pero con pausas para poder burlarnos de todo: La nariz de uno, las orejas de otro. Un recreo corto no dura nada, pero alcanzamos a criticar la pregunta que nos corchó en un examen... alguien un día dijo: "no hay preguntas malas, sino estúpidas". Totalmente de acuerdo. En el colegio, por ejemplo, había mucho profesor que preguntaba cosas que uno no sabía... que mal.

Escribir... Todo un rollo. Comparo eso con la fotografía: hay que practicar todos los días para poder contar cosas interesantes. Que despierten un comentario, un suspiro, un beso. Click.

Cuando escribo soy más amigo de usar palabras corrientes, nada rebuscadas. Porque si me pongo a rebuscar palabras tratando de ser todo un intelectual, me quedo dormido o me distraigo por ahí y no vuelvo a la escritura... o englobado, pensando qué escribir, es cuando me entran llamadas para responder encuestas de 200 preguntas de las cuales uno pide que le repitan un 30 por ciento porque pasaron como 15 aviones. O el mismo avión quince veces.

Eso mismo lo aplico como regla en la fotografía: la sencillez. Me gustan los fondos planos; que no te distraigas cuando ves mis fotos. Que si estás conversando con una imagen mía, no vayas a perder el hilo del rollo.

Me gusta escribir, sí. Y aunque aveces te confundo, no tienes que incomodarte para buscar un diccionario. Me gusta tomar fotos, si. Y son fotos que generalmente te hablan. Pero no te asustes porque le hablan a tus ojos. Cuando menos te das cuenta, ni parpadeas. Esas fotos fueron hechas para contar historias. Pero no te vayas a incomodar tratando de ver mis fotos con maña para ajustar el foco. Te anticipo que generalmente mis fotos son borrosas. Sí, borrosas. Pero las vas a entender. Vas a saber quién es quién. Son fotos artísticas. La imperfección cabe perfectamente. De pie o sentada.

Recuerda que mi teoría dice que buscar la perfección es muy aburrido. Para mi que no existe. Para mí la perfección es Dios. Si existiera la perfección sobre la Tierra, me parece que no iríamos a cine juntos. Se aburriría conmigo. Seguramente la perfección se enloquecería tratando de entender un cuento de Julio Cortazar y perdería la paciencia buscando las fotos nítidas que Mario Testino le hizo a Lady Di.

Fue entonces, hace varios años, que me di cuenta que se valía contar historias haciendo clicks. Sin importar el pixel o la limitación de luz. Captar los momentos sin descripciones detalladas. Encontré imágenes que hablaban en cualquier idioma. Click. Click. Sin pensarlo tanto. Click. Que un japonés te entendiera sin que hablaras. Allá la foto y el japonés se entenderán.

Hace rato me pareció más excitante tomar una foto o miles, en lugar de sentarme a pensar qué escribir, describir, transcribir. ¿Dónde va la tilde? ¿Es con ese o ce?, ¿coma o punto y coma? ¿Y el título? Fresco. Fresca. Uno o dos clicks y ya. Descubrirás que con una buena foto que tomes, podrías convertirte en el Pablo Neruda de la fotografía que siempre soñaste ser...

Por ejemplo, busco que mis imágenes te hablen sin acento. Aunque aveces aparecen personajes que dicen: "Oiga Pablo, no me quedó clara su idea, ¿me explica?". Listo, mire hacia allá, fije la mirada en esa esquina y piense en lo más chistoso de lo que está mirando (Risas). Click, click, click. Una, dos, tres fotos. Tomo varias parecidas porque por ahí una sale buena. Y todos felices.

Todo este cuento es muy bonito pero paro acá porque parece que Elena me quiere decir algo...






Pablo Salgado Photography © 2012. Pablo Salgado Photography toma fotos de personajes en Colombia. Pablo Salgado Photography es Pablo Salgado, fotógrafo de retratos editoriales en Bogotá. Pablo Salgado Photography es Pablo Salgado, fotografía de gente no convencional. Pablo Salgado Photography es Pablo Salgado, fotógrafo de artistas famosos. Pablo Salgado Photography es fotografía artística de personajes. Pablo Salgado Photography es fotógrafo de actores colombianos. Pablo Salgado es fotógrafo de gente famosa en Colombia. 



Un equipo de tres voces

Los benditos libros. Las conexiones. La imaginación. Historias deliciosas. Nombres. Canciones. Links. Youtube. Y la maravilla de ver gente haciendo cosas en equipo. La fuerza. Las emociones. Y Todo queda más bonito. Tres chicas y sus talentos. Y más de dos millones de clicks. Y todo por un bendito  libro que nos llevó a este link. Y hay más cosas por compartir.

El libro: Fifty Shade of Darker by EL James... 
Canción: Call Your Girldfriend






¿ Qué tal ?





Hogao y Buda: costilla y chuleta

Llegué a Cali y el tema gastronómico ya estaba listo. Revista Don Juan: por favor ir al Buda de Oro y hacerle una foto a la chuleta. Y pasarse por Hogao y hacerle unas tomas a las costillas. Manos llenas, barriga llena, muchas fotos y entonces, corazón contento.

Después de elegir a la fotografía como actividad cotidiana, los matrimonios y los retratos, la comida entró en escena porque me encanta. Me parece delicioso entrar en una cocina, en un restaurante. El ambiente, los aromas, los colores, la gente detrás del menú. Y con cámara en mano, es un placer.

De manera que estuve en estos dos lugares y me di gusto haciendo fotos desde muchos ángulos y aprovechando el regalo que me da Cali: la luz permanente.




 Fotos: Pablo Salgado © 2012.































Un día de familia para toda la vida!

Las fotos de familia me encantan. Si es una familia numerosa, buenísimo. Si son dos nada más, también. Si son tres, super. Si son primos! Si los amigos del cole son la familia! Si la mascota ya es como de la familia! Uffff! Todo lo que suene a familia sirve!!

¿Qué día? Cualquier día sirve. ¿Cuántas horas? Todo el día. De día, de noche, en la tarde. Es una  modalidad de retratos que hago para familias y la verdad me tienen absolutamente feliz: un día con la familia... Peña Henao! Los González Gómez! Los Sánchez Builes! Salgado Agudelo! y así...

La idea es registrar todo lo que pasa en un día normal de sus vidas y volverlo histórico. Repetirlo cada año! Que se convierta en una fecha especial. "Cómo se creció Santiago y se le fue el pelo!" "A Gabriel no le pasan los años" "Mariana ha sido una princesa desde chiquita" y así. Tener para mostrar, para recordar. Para volverse a abrazar. Otra excusa para volverse a reunir con amigos...

De esta manera se podrá ver la evolución de una familia, de los amigos a través de los años...

Hay fotos espontáneas durante el desayuno, mientras se visten... cuando se fueron para el colegio, en vacaciones en la finca. Caminando por ahí...  No hay límites. Todo es especial.

Pues bien, acá les dejo algunas de las imágenes de las familias que compartieron su espacio conmigo y que lo repiten y lo repiten y lo repiten...


















































































































La familia es lo mejor que le pudo pasar a uno.




La contrareloj con Luis Alberto Moreno

"Hagamos primero la entrevista, luego las fotos". Terminó la entrevista. "Ya lo están esperando en la sala de juntas para una reunión con la gente de la Teletón, dura una hora". Esperé. "En 10 minutos tiene que estar en el aeropuerto, podemos hacerla mañana a las 4 en el aeropuerto cuando llegue?". No hay posibilidad, dije. "Cuánto tiempo necesita?": 5 minutos dije y no me tembló la voz. "Mucho tiempo, imposible", me dijeron. Entendí... Ignoré.

Estamos hablando del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo. Un man bien bajito. Una de las cartas políticas más importantes que tiene el país. Un duro este Luis Alberto Moreno. Y un tipazo. Chiquito, pero enorme.

Pues la sesión de fotos para el artículo fue en el trayecto de su oficina a su carro. Así tal cual. No pudimos usar ninguna de las opciones de "locación" que habíamos visto con la productora de la Revista Bocas. No hubo tiempo. La luz ya se estaba yendo. Fueron mal contados, unos 3 ó 4 minutos. Pero no 5.

Teníamos un par de opciones debajo de la manga. Tanto tiempo de espera nos dio chance de pensar en plan b y c. Y al final, d.

Una puerta de madera. El ascensor. Un hall afuera del edificio. "Por favor entre usted primero, y párese al fondo del ascensor... ignóreme totalmente", le dije y me hizo caso. Repito que esto de darle órdenes a personajes que están acostumbrados a darlas es emocionante. Son mis tres minutos de "jefe". Le vi la cara oscura y le pedí que levantara la cara buscando la luz. Click. No me arrugue la frente por fa, relájese dos segundos. Click.

Para fotógrafos e interesados:
¿Flash? Cero. Todo se fue con luz ambiente. Arriba el ISO, lentes rápidos y sin mirar el paso del tiempo que iba como Usain Bolt y faltaban menos de 100 metros para llegar al carro de Moreno con todo su séquito acelerando a fondo. Vaya hasta allá y camine hacia mí. Métase las manos en los bolsillos y no me mire. Camine mirando al piso y pensando en lo que se viene para usted. Gracias, dije. Lo podemos hacer otra vez? Y lo hizo una vez más.

A unos metros del carro... "Paremos un segundo en ese muro de ladrillo por fa", le di la última orden al personaje mientras me pasaba al 70-200mm. "Aquí?", respondió. "Pegado", le dije. Y click click click. "Por una centésima de segundo necesito que me vuelva a ignorar. Cuando le diga, me mira", le sugerí en buen tono. Hizo caso. Click.

Un abrazo: "usted es un bacán" y chao. Se iba Moreno. Y a la distancia se veía más diminuto el personaje.

Misión era hacerlo ver como un grande...

La buena noticia la recibí hace unos días. "Tus fotos fueron escogidas para portada". Ufffff, que nota.

Tal vez no fui tan rápido como Bolt, pero queda claro que en este tipo de retratos editoriales el tiempo puede pasar de enemigo a amigo si se utiliza con buenos recursos y creatividad instantánea. Tal vez no sea ya una cuestión de suerte solamente.

Esto lo oí en fragmentos de segundo... Le dijo a la secretaria, "esté pendiente que ya me va a llamar Hillary (Clinton). "Carlitos (Carlos Pinzón) que bueno verlo!!" y se abrazaron. A mí: "Que pena hacerlo esperar".


Acá algunas de las fotos y el arte final de la foto de portada e interiores, queda pendiente.

Fotos: Pablo Salgado © 2012










Comida: Buenos Muchachos

El horno listo. La leña lista. La masa lista. Ingredientes gourmet listos. El operario, listo. Y yo listo con la cámara para hacerle fotos a todo el proceso de elaboración de pizza "a la leña". Para mí, la mejor que he visto en Bogotá. ¿El local? Muy bien decorado. Bombillos neuyorquinos. Escaparates antiguos. Puertas de madera restauradas. Piso hecho a mano. Las sillas, espectaculares: de madera, antiguas y en perfectas condiciones. Letreros, fotos viejas. La mesera, divina... Todo espectacular. Y cuando probé la pizza le puse 10 puntos a todo. Una deliciosa experiencia.

Les dejo algunas fotos y la dirección para que se echen la pasada y verán que me volví a quedar corto describiendo.

Si le gusta la pizza o si no ha encontrado una que realmente le guste, le recomiendo que vaya a Buenos Muchachos.

Cra 13 #78-62, Bogotá-Colombia.


















Pablo Salgado Photography © 2012. Pablo Salgado Photography toma fotos de comidas en Colombia. Pablo Salgado Photography es Pablo Salgado, fotógrafo de comida orgánica en Bogotá. Pablo Salgado Photography es Pablo Salgado, fotografía de comida de forma no convencional. Pablo Salgado Photography es Pablo Salgado, fotógrafo de comida tradicional. Pablo Salgado Photography es fotografía artística de comida. Pablo Salgado Photography es fotografía de restaurantes tipo reportaje gráfico. Pablo Salgado es fotógrafo de comidas en Colombia.