"fotógrafo"

En Cali, v.

No podía dejar pasar este episodio sin comentarlo. Hace unas semanas, que no pasan de cuatro, decidimos mudarnos para Cali, Valle. El cuento corto es que estamos felices. Las niñas ya no tosen. Dormimos a pierna suelta y con chicharras de fondo que nos cobijan en su alegría. Y somos entonces más felices con amaneceres soleados. Cielos azules. Delicioso.

Tuve que volver a la ensalada y al mejoramiento de la dieta después de sacar de circulación bastante pandebono, pandeyuca, almojábana. Pero no se acaban! Pero uno sí se va arrodillando ante esa tentación y no podía seguir así. De manera que regresé al menú de las ensaladas y las vitaminas. En una semana me lanzo al agua a nadar.

Ver a mis hijas felices, montando bici, patineta y rodeadas de familia y vecinitas de la misma edad, me tienen muy contento. Verlas en vestidos ligeros y achajuanadas.

La luz para la fotografía es una bendición y ya estoy empezando a disparar atardeceres en paisajes realmente únicos. El clima es caliente. No hay duda. Pero a las 5 de la tarde es el clima del paraíso, y a eso métale cholado o lulada y verá la gloria.

El 2 de marzo de 2013, Karen y Jairo se casan en Cali. Estuve con ellos caminando por los campos de golf de un club al sur de Cali desde donde se ven enormes los Farallones. Y más arribita los colores más lindos que haya visto en mi vida. Y esto es Colombia señores.

Abrazo desde la Sultana del Valle. Tierra de gente chévere, sioqué.









La machita, la machera

"¿Y qué pasa si nos llueve?" A esa pregunta generalmente respondo "Super. Compren unos paraguas lindos y pónganse botas machita". Después de silencios largos y a veces muy cortos, por lo regular descartan verse antes y abominan la idea de la bota negra de caucho.

Con Maria y Juan fue diferente. La historia siguió y nos paramos en la misma página. ¡La machera! "Ya tenemos las botas y los paraguas", me dijo por teléfono Maria dos días antes de la boda. Ahora la fuerza era, entre comillas, para que al menos lloviznara... Pero no llovió a las 4pm hora del First Look!!!

Caminamos por el campo de golf del club Pueblo Viejo y nos entretuvimos haciendo fotos. Después llegó el momento de seguir el protocolo del matrimonio, la ceremonia, la recepción, la rumba que estuvo increíble y un gran recuerdo que quedará para siempre en fotos!

Al final de esta serie de fotos hay algunas del confesionario... donde generalmente uno de los novios da un poquito más de información acerca de temas candentes...

Gracias a Maria y Juan que se aventuraron a cambiar tradiciones y decidieron llevarse unas fotos realmente especiales y diferentes.


Que carajo: Trash the dress!

Si compró el vestido. Si lo alquiló. Hágale. Después del estrés y desestrés del matrimonio póngase el vestido otra vez. Ya no tan maquillada. Ya no tan peinada. Si se ensucia un poquito más el vestido no importa. Tampoco si se acerca un minino con ganas de afilarse las uñitas con el vestido... Hay profesionales en el oficio que le hacen la vuelta de dejarle el vestido como nuevo. Y listos.

A cambio usted queda con unas fotos fantásticas después de su matrimonio. Con pinta de poster. De Fine Art como algunos le llaman a eso. Los gringos por ejemplo le dicen "trash the dress". Acá le diríamos "despedida de casado al vestido". Ya sin afanes. Sin invitados esperando ver a los novios en el coctel de bienvenida. Sin la mamá y la tía puyando para que los novios le apuren y no se tomen más fotos.

Cero estrés. Todo el tiempo del mundo. Y en un escenario como me gusta a mi, poco convencional. Es por eso que en mi búsqueda de hacer fotos que cuenten historias y que saquen del contexto a los novios he encontrado sitios increíbles. Una carpintería, una playa, etc...

Para hacer la cosa más gráfica he decido usar algunas de las fotos que he hecho sobre este tema. Incluyo las del matrimonio de mi hermano Diego y Nella en Chincha, Perú y las de Carlos y Natalia en la Calera., parejas encantadoras que disfrutaron su sesión como nunca. Literal: como nunca. Tomamos las fotos después de su matrimonio. Ya con el corbatín para un lado o sin corbatín. Ya sin la preocupación de los bordes del vestido blanco. Y sin zapatos. Con todo el tiempo en nuestras manos. Mucha arena entre los dedos de los piés y miles de sillas arrumadas entre la viruta.

El "trash the dress" es una sesión de dos horas que le regalo a los novios que me contratan en su matrimonio. O para los novios que ya tienen fotógrafo contratado pero que les gusta tener en sus memorias fotos artísticas, por decirlo de alguna manera. El mensaje también va para todos los novios que tengan por ahí sus vestidos en el archivo del pasado. Los invito a hacerse una sesión de "trash the dress" y gozársela toda.






























El Confesionario Parte 1

Pensando en cosas creativas apareció El Confesionario. Es un espacio mudo pero muy expresivo donde los novios reciben una ráfaga de preguntas más bien íntimas y embarazosas.  Y como es solamente entre ellos y el fotógrafo quedarán registradas las miradas, reacciones y silencios... ya que no están obligados a responder ninguna pregunta. En realidad los ojos y el lenguaje corporal hablan y bastante.

No planeo publicar las preguntas. Pero sí las respuestas gráficas. Porque este blog sale en horario familiar. Entonces lo invito a que piense en preguntas que le haría a unos recién casados... y si quiere me las manda por email a info@pablosalgado.com. Quién quita que por ahí salgan las respuestas gráficas a sus preguntas!

Por ahora los dejo con El Confesionario Parte 1.

Germán y Lina.












Hoy estuve con Helmut Newton

Atreverse a ser diferente, disfrutarlo, triunfar y morir tranquilo sin quedarse el la duda de "qué pasará si lo hago de esta manera".

En esta serie de encuentros que estoy teniendo con los fotógrafos que más admiro, quiero compartir lo que me atrae de cada uno de ellos. Y cómo, lo que hacen, funciona perfectamente como material de inspiración en mi fotografía.

Hoy estuve con Helmut Newton -un tipazo, un personaje- y como nos volvimos íntimos, estaré consultándolo bastante para saber qué hacer en ciertas situaciones normales, tradicionales y aburridoras. Él es un maestro en esta materia y me va a decir cómo esas situaciones se pueden volver anormales, cero tradicionales y absolutamente divertidas. Y lograr el milagro a una velocidad de 1/1000 por segundo. Hoy estoy convencido que a esa velocidad es posible alcanzar cosas increíbles.

Me gusta el trabajo de Helmut porque se sale de la fila. Porque encuentra la "perfección" donde nadie la busca. Se para justo en el punto opuesto. Y la encuentra. Me dijo que hay que ver un poco más allá para ser único.







En Revista Bocas: Edgar Perea

Fue una maravilla de experiencia hacer las fotos de Edgar Perea para el número 5 de la Revista Bocas. Tener de frente a uno de los personajes más polémicos del periodismo deportivo es increíble. Un negro simpático, dicharachero, lleno de historias y paciente con la tonelada de fotos que le hice. Acá los dejo con la diagramación de la entrevista y el buen espacio que tuvieron estos retratos.

Para los fotógrafos acá la información de las fotos de los retratos: caja de luz suave a la derecha de la cámara, anillo de luz a la izquierda de la cámara como relleno y el 50mm. La foto de la última página la hice con un gran angular y dos luces, matando completamente la luz ambiente.

Locación: la casa de Edgar Perea.