"cheff"

Con Harry Sasson

Espero algún día hablar con él. Por ahora sólo lo tuve a distancia de zoom y más cerca, cuando me acerqué a mostrarle una foto que le hice. El diálogo se redujo sólo a mi comentario: "le acabo de hacer fotos para un libro", le dije mientras pasaban meseros por todas partes y me pedían permiso para pasar. Me apretó el brazo y siguió sirviendo. Eran 400 platos de primera entrada, 400 de segunda entrada y 400 platos fuertes. Los meseros parecían hormigas marchando.

El nivel de estrés y compromiso era enorme. Dentro de los invitados estaba el presidente Santos y muy cerca de él, muchos de sus ministros, incluído el papá de la novia, Rafael Pardo Rueda. Expresidente Gaviria a bordo, y muchas personalidades bogotanas y alrededores. Muy elegante estuvo el matrimonio de Laura y Alfonso en el Gimnasio Moderno.

¿Había como 20 fotógrafos? Mal contados... Y mientras pasaba la arremetida de flashes sobre Amparo Grisales, Poncho Rentería, Horacio Serpa, Germán Vargas, Vlado, Fabio Villegas los fotógrafos iban tomando nota del diseñador del vestido... "Hernán Zahar", alcancé a oir por ahí... mientras tanto yo me acomodaba el corbatín esperando el momento para hacer los retratos de los novios en compañía de Vicky y Carlos en algún lugar del colegio donde además llovía como sabemos que llueve en Bogotá por estos días. Espacio que tuvimos super limitado en algún momento del evento... En esa espera se me atravesó Harry Sasson. Salvó mi noche...

Fue mi personaje favorito entre tantos presentes y estaba detrás de las paredes de lona y plástico. Al frente de la gran misión gastronómica del evento. Serio pero simpático. De pocas palabras pero muy atento. "¿Aceite?", gritó Harry con un brazo levantado. Listo para echarle aceite a las sopitas de entrada que iban de salida...

En mi pescuezo ajusté uno de los 75 corbatines que heredé de mi abuelo Gabriel Barrientos y me dirigí para la cocina a vivir la experiencia al lado de Harry Sasson. Y al frente. Y de costado. Era una cocina montada para el evento y ahí estaba Harry Sasson mirando para un lado y para otro.

Le hice 116 disparos (pero no los voy a aburrir con todas)

En medio del desfile impresionante de meseros, indicaciones y señas, afiné un: "Harry!". Y logré lo que quería: El simpático hombre de chivera se giró como en cámara lenta, con cara de angustia y me miró directo al lente... Logré su atención en un fragmento de segundo... y click!

Si hubiera sido una mujer, el pelo lacio y brillante hubiera quedado volando por el swing de cabeza que giró como gallina para sancocho al oir su "Harry!". En esta escena específicamente, la imagen de Harry Sasson no da para campaña de shampoo, pero sí para una expresión fotográfica especial.

Y después siguió el protocolo de un matrimonio elegante y sin mucho espacio para la creatividad. De lo que si hubo mucho fue de...: "Fotógrafo, una foto acá hágame el favor". De esas, hartas. Así es el rollo.

Me encantó ver un verdadero trabajo en equipo. Camaradería. Entendimiento. Colaboración. Tolerancia. Paciencia. Sincronización. Armonía. Aromas. Un lider bacano. Concentración... Que dicha ver todo eso.













HARRY!!























¿Sánguche? La Lucha

Me lo recomendó mi amigo JF Rubio y allá llegué. Una sanguchería en toda la pepa de Miraflores, Lima. Andrés, caleño quien trabaja ahí hace unos meses me dijo que probara el sánduche La Lucha. No puse resistencia. Con papitas. Delicioso. Más papitas fritas. Jugo. Y listos. "Puedo pasar a hacer unas fotos?". Mónica, la jefa dijo que sí. Entré. Muchas fotos. Acá algunas. Espero que vayan algún día.